Una banda joven que es de las
más numerosas

El director de la Agrupación Musical de Cornetas y Tambores Cristo de la Fe y del Consuelo de Martos, Juan Antonio Martos, subió al escenario para agradecer el galardón: “Quiero agradecer a la gente que nos ha votado a través de la página web de Diario JAÉN. La verdad es que estamos muy agradecidos por el trabajo que hacemos durante ocho años. Creo que hemos sido una banda que progresa bien, así que no se han equivocado los que nos han votado a nosotros. Así que gracias por estar aquí”. Explicó que el la actuación con la que se abría la gala cofrade, querían dedicar el “Ave María” “a los cuatro componentes que hace unos días nos dejaron. Este es un mundo de locos porque tenemos que dedicarle mucho tiempo, incluso faltar al trabajo un día como hoy para poder estar aquí. Hemos tenido que pedir favores a otras personas y eso significa que tendremos que hacerles, no un favor, sino dos o tres, para compensarlos y estar un poquito con vosotros y dar lo mejor de lo que podemos”. También precisó que en esos momentos estaban solo dos tercios de la banda, pese a que en Martos, dijo, se goza de buena salud laboral, pero los turnos del trabajo en la fábrica son así, aclaró.

La Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Fe y del Consuelo nació el 13 de febrero de 1991 en torno al titular que le da nombre. Su primera salida fue con tambores por la proximidad de la Semana Santa, quebrándose por primera vez el silencio de la Madrugá del Jueves Santo. En ese mismo año se compraron las cornetas necesarias para conformar la banda, que originariamente adoptó un estilo basado en marchas militares vistiendo el traje de estatutos de la Cofradía. Posteriormente, en 1994, un grupo de componentes se desplaza a Sevilla para mantener una reunión con Antonio González Ríos, director de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de la Victoria “Las Cigarreras”, con el fin de cambiar su estilo musical por el de la Policía Armada.

No será hasta el año 1998, cuando la banda adquiere un traje propio de corte serio y austero, acorde a la estación de penitencia de la cofradía. Con un gran esfuerzo, en la Cuaresma de 2001 se sustituye el uniforme por el actual, más lucido y elegante.