Una pareja de búho real muere electrocutada en pleno cortejo

Las aves protegidas fueron localizadas en el Paraje Natural Alto Guadalquivir

08 ene 2019 / 09:16 H.

Mal comienza el año en cuanto a la protección de las aves frente a los tendidos eléctricos. Una pareja de búho real murió electrocutada en pleno cortejo, cerca de los Parajes del Alto Guadalquivir en Jaén, tal y como hizo público la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas y el proyecto “Pon un tendido en tu punto de mira”. Este paraje natural está constituido por los embalses de Puente de la Cerrada, Doña Aldonza y Pedro Marín, entre los municipios de Peal, Cazorla, Jódar y Torreperogil.

Esta especie, incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, tiene entre sus principales problemas de conservación la disminución de su presa fundamental —el conejo—, los accidentes con tendidos eléctricos, los atropellos y la caza furtiva, tal y como detalla Seo Bird Life. Es, precisamente, durante el invierno cuando esta solitaria especie inicia su época de cortejo para la puesta de huevos.

“El año 2018 ha supuesto un avance en el aislamiento sistemático de líneas conflictivas para las aves en la provincia de Jaén y en resto de la península, pero seguimos detectando puntos negros que poco a poco se van eliminando de nuestro mapa”, apuntan desde “Pon un tendido en tu punto de mira”, una red de voluntariado para la localización de tendidos eléctricos peligrosos para las aves y que exige su modificación según los parámetros antielectrocución.

El total de aves detectadas en 2018 fue de 325 ejemplares de diferentes especies, entre las que destacan 88 cigüeñas blancas, 50 busardos ratoneros, 44 cuervos y 31 búhos reales, como destacadas en número de afecciones. También fueron, al menos, 3 águilas imperiales muertas por electrocución en la provincia de Jaén y otras tantas en el resto de la nación. “Recientemente, se encontraron 3 ejemplares en Castilla la Mancha, por lo que seguimos preocupados por el futuro de nuestra fauna alada, la que conoce fronteras y siguen muriendo en la gran red eléctrica obsoleta de la Península Ibérica”, aseguran. “2019 se presenta como un año con más avances en esta faceta de muerte no natural de multitud de aves y junto a los compañeros de Plataforma SOS Tendidos Eléctricos, avanzamos hacia un cambio real, algo que la sociedad reclama”, apuntan.

Las mayoría de las especies utilizan los postes como oteaderos desde los que divisar a sus posibles presas, o simplemente los utilizan como lugar de descanso. La presencia de estos tendidos, que carecen de aislamento con medidas antielectrocución para aves, son una auténtica trampa especialmente para las aves rapaces y otras de mediano y gran tamaño.