Una plataforma pide solución para las electrocuciones de aves

Carta de SOS Tendidos Eléctricos a Teresa Ribera para poner fin a la mortalidad

18 oct 2018 / 11:30 H.

Las torretas de alta tensión siguen cobrándose víctimas en las aves de gran envergadura. En lo que va de año, solo en la provincia de Jaén, se electrocutaron 230 aves, entre rapaces, cigüeñas y demás. Un ranking a cuya cabeza de mortalidad están los cuervos, seguidos del ratonero común (rapaz) y del hubo real. Una lista negra que es un suma y sigue de especies protegidas o en peligro de extinción, en la que figuran la cigüeña blanca, el águila culebrera, el milano real, el milano negro, el águila imperial, el quebrantahuesos, el águila perdicera de Bonelli... Todas ellas aves de una considerable envergadura de ala a ala.

Ante esto, la plataforma SOS Tendidos Eléctricos SOS Tendidos Eléctricos ha enviado una carta a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la que le solicita una mayor implicación en la solución del problema de las electrocuciones y colisiones de aves en las líneas eléctricas. La plataforma expone que es urgente mejorar el Real Decreto 1432/2008, en tres aspectos: que la normativa sea de aplicación en todo el territorio nacional y no sólo en las llamadas “zonas de protección”; que los costes para corregir tendidos los asuman las grandes compañías eléctricas como responsables de la mortalidad de aves por su actividad empresarial, y que las ayudas públicas se focalicen para la corrección de las líneas eléctricas peligrosas de propiedad particular.

Francisco Pulpillo, secretario de la Sociedad Ibérica para el Estudio y Conservación de los Ecosistemas (Siece), de carácter altruista e integrada en la plataforma, manifiesta que la provincia de Jaén es un punto y aparte, un referente respecto al resto de provincias en el ámbito nacional. “En 2015, nosotros pusimos en marcha el proyecto “Pon un tendido en tu punto de mira” y nos tomaron como modelo en el resto de España. Ha sido mucho el trabajo, y del cerca del millar de aves electrocutadas ese año, en 2018 se ha reducido la mortalidad un 70 por ciento, ya que a día de hoy hay contabilizadas solo 230 aves”. Pulpillo destaca el alto grado de colaboración de la compañía eléctrica Endesa que aisló las torretas de alta tensión en las zonas de riesgo. “El hecho de que se sigan registrando electrocuciones se debe a que las aves de gran envergadura, aunque se posen en las torretas, con las alas llegan a los cables no protegidos y se produce un arco voltaico y mueren de la descarga de 60.000 o 70.000 voltios”, aclara Francisco Pulpillo.

Destaca las continuas reuniones que su asociación mantiene con Endesa y la Consejería de Medio Ambiente, pero matiza: “También intentamos reunirnos con lo que era la Consejería de Industria y no nos hicieron ningún caso”.

Por otro lado, José Eugenio Gutiérrez, delegado de SEO/BirdLife en Andalucía, manifiesta que diez años después de que se promulgase el Real Decreto 1432/2008, “se ha visto que el problema de la mortalidad de aves aún no se ha solucionado”.