Una procesión con sandías
Los niños acompañarán al santo con unos originales farolillos hechos por ellos
La relación de Lopera con San Roque es de un agradecimiento infinito. Los loperanos imploraron al santo del famoso perro anuro, o sease, sin rabo, originario de Montpellier, que los librase de la epidemia de peste que hacía estragos por la zona y sus plegarias no cayeron en saco roto y la peste se disipó. Los loperanos, convencidos de que la mano del santo fue providencial, decidieron acogerse a su patronazgo. En 1582 se hizo el voto y, desde 1644, es el patrón de Lopera. Cada año se renueva el voto y son las fiestas en su honor, que “enganchan” con la feria.
Estas comenzaron el martes por la noche con el pregón de Ana María Alcalá Santiago quien, como cuenta José Luis Pantoja, cronista oficial de Lopera, tuvo una intervención “cargada de vivencias y sentimientos”. La pregonera estuvo acompañada por el coro y la guitarra de Antonio Ángel Peña Sanz. El acto se celebró en la plaza de San Roque, junto a la ermita y fue seguido por numerosos vecinos, ya que en las fiestas de San Roque se vuelca todo el pueblo y muchos loperanos afincados en otras provincias. Tras el pregón se celebró una verbena popular. Hoy jueves, por la noche, tendrá lugar el acto central de estas fiestas religiosas: la procesión de la imagen de San Roque, desde la parroquia hasta su ermita. El santo fue trasladado el día 12 por el cuerpo de banderas, en un vistoso y colorido recorrido. La procesión es, sin duda, una de las más singulares de la provincia de Jaén. Es tradicional (desde el siglo XVI) que los niños alumbren el recorrido con faroles hechos con sandías. Los niños que irán a la procesión participan hoy en el taller de Inmaculada del Caño, en el que les enseñará a fabricar sus farolillos de sandía, llenos de símbolos.