Una romería celebrada para los nativos que están ausentes

El recorrido quedó marcado por la entrega del estandarte de la Virgen
de Alharilla, patrona de Porcuna

15 ago 2017 / 11:40 H.

En 1248 había dos pastores que se encontraban cuidando de sus ovejas en el hoy conocido como el Llano de la Alharilla. En este lugar, ambos hombres, uno de Arjona y otro de Porcuna, vivieron la aparición de la Virgen de Alharilla, quien se convertiría, con el paso del tiempo, en la patrona de ciudad de Porcuna.

Este municipio celebró ayer una de las romerías que homenajean a su patrona y que se organizan en agosto para todos aquellos nativos ausentes que no pudieron vivir las fiestas de la Virgen en mayo. “En estas fiestas de agosto, aprovechando las vacaciones, mucha gente vuelve. Esta romería es una especia de reconocimiento para ellos, para que puedan disfrutar de la feria del caballo y de la patrona de Porcuna, la Virgen de Alharilla”, destaca Manuel Cobo, presidente de la Cofradía Matriz de Nuestra Señora de Alharilla Coronada. Una cofradía que, según su presidente, cuenta con un gran número de fieles, “la Virgen de Alharilla cuenta con una devoción impresionante, además de la que se le procesa desde la cofradía matriz. Tiene además cinco cofradías filiales, una en Alcaudete, otra en Arjona, en Arjonilla, Escañuela y Lopera”, señala Manuel Cobo.

Este acto se caracteriza por una procesión de los hermanos de la cofradía a caballo por las calles de Porcuna y que hacen acompañados de las banderas de la cofradía y, tras su recogida en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, del estandarte de la Virgen. No fueron pocos los que quisieron ser partícipes de esta romería. Decenas de jinetes y carruajes se sucedieron en una marcha rodeada por la devoción de todos los hermanos de la cofradía y de los porcunenses que fueron a ver tal despliegue. La formación fue encabezada por las banderas que representan a la cofradía, seguidas por los hermanos mayores y por la presidencia con la Junta de Oviedo. Sus pasos eran seguidos por los caballos, los carruajes y por todos aquellos que quisieron participar en este paseo a pie. Una marcha que fue amenizada por la Banda de Tambores y Cornetas de Nuestra Señora de las Angustias en su breve paso por las calles porcunenses.

Muchos porcunenses se agolparon en los alrededores de la iglesia para tener unas vistas privilegiadas de la entrega del estandarte de la Virgen, que fue uno de los momentos estelares de la romería. El representando de la cofradía se acercó a caballo a las puertas de la parroquia. Allí, se le hizo entrega, con una gran solemnidad, del estandarte. Con él en mano, la procesión continuó, estando dicha bandera a la cabeza de la marcha y abriendo así el camino de todos lo fieles de la patrona local.

Este recorrido llegó hasta el famoso Llano de la Alharilla, donde, en el santuario de la patrona, se acogió un rezo del Santo Rosario y, a media noche, se realizó una salve presidida por el párroco Jesús Millán y fue acompañada por los cantes de un coro romero, el Coro Alegría del Llano.

La romería en honor de los nativos ausentes no tiene una amplia duración. De hecho, terminará hoy mismo. Esta noche, a las 22:00 horas, se realizará una eucaristía en el santuario de Alharilla en honor de Nuestra Señora de la Asunción. Una misa que será amenizada por el coro parroquial.

Estos festejos coinciden, también, con el aniversario de la coronación de la Virgen, que será el día 19 de agosto. Ese mismo día, se producirá la bendición de un nuevo monumento que se le ha dedicado a la patrona local y que está situado en la Plaza de la Paz. Los autores de dicho monumento son Manuel López y Francisco Aguilera. Esta romería, a pesar de ser más pequeña que la celebrada en el mes de mayo en honor de la Virgen de Alharilla, fue recibida con todo el cariño y la ilusión que los porcunenses le presentan. Manuel Cobo, presidente de la cofradía, señala que esta romería no recibe muchas visitas de otros pueblos o de turistas curiosos, pero sí cuenta con unos fieles volcados con su patrona. Los porcunenses demuestran, una vez más, que su fe y su devoción por la patrona local va mucho más allá.