Balance satisfactorio de la feria

El Ayuntamiento subraya la elevada participación y la ausencia de incidentes

18 sep 2017 / 10:55 H.

Las celebraciones patronales de septiembre terminaron con un día extra que se sumó al ya de por sí amplio número de jornadas festivas. La de ayer fue la décima y última. Esta circunstancia fue aprovechada por muchos hosteleros y casi todos los feriantes instalados en el recinto urbano de la convocatoria en honor del Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora del Rosario. Todo apunta a que este fue el último año en que la feria se instale de forma tan encorsetada en las calles de la ciudad, pues el Ayuntamiento trabaja en la actualidad para habilitar los terrenos donde se trasladará todo este montaje para disfrute de villacarrillenses y visitantes. Pero para eso queda aún mucho trabajo y el equipo de Gobierno municipal no quiere asegurar que en 2018 ya se pueda disponer del ansiado espacio de uso público.

Por ahora, lo que sí valoran es el resultado de las fiestas 2017, en particular, la concejal de Festejos Paqui Hidalgo, muy contenta porque todo se haya desarrollado, a su juicio, bien, sin incidentes destacables y “con una excelente participación”. El pistoletazo de salida se dieron, el viernes 8 de septiembre, el pasacalles inaugural y el pregón, a lo que se unió la primera verbena por estar a las puertas del fin de semana, el que concentraba el tradicional primer día de encierros y además dos grandes citas musicales, por un lado el esperado concierto de India Martínez, y el día siguiente la Fiesta Joven, a las que se sumaron diversas actividades durante el día, entre las que destacaba la celebración de la Feria de Maquinaria Agrícola y vehículo de Ocasión. Los cuatro días de encierros con gran participación, tanto en la calle como en la suelta de reses en la plaza de toros, tradicional cita con unos festejos populares que por segundo año consecutivo se ofrecieron en directo por internet.

Tampoco faltaron la Peña Cultural Flamenca de Villacarrillo, en esta ocasión con un homenaje a uno de los impulsores de la velada de cante jondo de la feria y desaparecido recientemente, Juan Cruz. Noche para recordar que puso en valor el que cada vez son más aficionados, también jóvenes, a este tipo de música, patrimonio inmaterial de la humanidad.

El teatro de Eslava triunfó en las tablas del Coliseo con tres puestas en escena que llevaron a bastante público. La exposición de bolillo de las alumnas de Lucía Cruz en la Universidad Popular, no dejó indiferente a los visitantes a la misma. La corrida de toros, que consiguió llenar un viernes media plaza, dio una buena tarde taurina con la salida a hombros de los tres toreros y algún enfado con el esperado Juan José Padilla, por no banderillear que es lo que esperaba una parte de la afición y además por pasear con una bandera utilizada durante la época del franquismo y que le fue arrojada desde el tendido por dos jóvenes. El pidió perdón al ver el revuelo liado a nivel nacional, asegurado que no fue su intención herir sensibilidades, pues al ponersela solo vio los colores y no el escudo, pues en ese momento de euforia por el triunfo sobre el cuarto de la tarde, no era consciente de que llevaba la bandera en el centro. Hasta el presidente del festejo, Antonio González Moreno, respondió al comunicado del torero comprendiendo sus explicaciones sobre la no intencionalidad del acto, ya que él lo único que asegura es sentirse orgulloso de la bandera española, “que es la de todos”, decía en su comunicado. La última jornada taurina fue protagonizada por la clase magistral de los alumnos de la escuela taurina de Jaén y su profesor el torero Curro Martínez. Se celebró en la plaza Juan XXIII ante numerosos espectadores. Por la tarde, la plaza de toros acogió el Grand Prix del Oeste. Ocho equipos de jóvenes del municipio, afrontaron las pruebas entre las que había varias con vaquillas como aliciente para el espectáculo y la dificultad. Mucha diversión y alguna contusión por los golpes de los animales a los participantes, pero nada de gravedad. Por la noche, llegó el cierre oficial de fiestas con los fuegos piromusicales y verbena durante toda la madrugada. Ya hoy los operarios municipales trabajan para recuperar la normalidad con la limpieza y retirada de todo lo instalado para estas celebraciones. Como es habitual, la convocatoria de transición entre el verano y el otoño atrajo a miles de vecinos y emigrantes, así como a residentes en Las Villas y otras comarcas.