De Jaén hasta la ciudad de Belén

El municipio jiennense acoge, por cuarto año consecutivo, una celebración única

31 dic 2018 / 09:22 H.

Villacarrillo vuelve a resucitar su belén viviente, la cuarta vez consecutiva desde que se retomara esta iniciativa y donde se cuenta con la implicación de numerosos vecinos y colectivos sociales de la ciudad. Esta vez se celebró la tarde noche del pasado 29 de diciembre. Coincidió con temperaturas bajas, habituales en estas fechas, pero quizás algo que hizo que hubiera menos afluencia de público de lo esperado, de forma continuada, durante toda la celebración del belén. No obstante, cada una de las escenificaciones contó con bastantes espectadores, que se concentraban dependiendo de la hora y lugar. Todo comenzó, de nuevo, a las 18:00 horas, cuando la comitiva salió del templo de la parroquia de San Francisco de Asís. Organizado por el grupo de catequistas de esta iglesia, María embarazada y su esposo José comenzaron la caminata para recorrer la distancia que les separaba de Belén, acompañados de un mulo, además de varios pastores, mezclados entre los espectadores, al son de las interpretaciones navideñas de la Agrupación Musical Cristóbal Marín, que los escoltaron durante todo el camino. La primera de las paradas fue en el convento de las Hermanas de la Cruz, centro religioso fundado por Santa Teresa y donde recibieron a la familia del futuro hijo de Dios en su camino. Tras descansar, reemprendieron el camino y llegaron a Belén, con una parada en la Posada, que se ubicó junto a la puerta del sol de la iglesia de la Asunción. Una instalación realizada por el colegio Sagrada Familia, al tiempo que el coro de alumnos de Santa Ángela de la Cruz amenizaba la visita. Llegó la tradicional Anunciación de los Ángeles, que se escenificó en el patio exterior de los salones parroquiales, en el que miembros del grupo de teatro Carátula realizaron la representación, que después repetirían en varios pases más para que nadie se quedara sin poder verlo.

Justo enfrente, en otro de los característicos rincones de los ruedos de la iglesia y junto a la conocida Fuente de los Caños, un grupo de jóvenes interpretaron una novedosa puesta en escena.