Protestas por el pésimo estado del “Pintor Cristóbal Ruiz”

Los padres del colegio dan de plazo hasta febrero para que reaccione la Junta

29 nov 2016 / 12:31 H.

Paciencia es lo que menos se le puede pedir a la comunidad educativa del colegio público Pintor Cristóbal Ruiz. Llevan, desde el año 2006, esperando respuesta a sus peticiones que, una y otra vez, trasladan a la Junta de Andalucía, a través de la Delegación de Educación en la provincia de Jaén, como la de mejorar el sistema de calefacción, entre otras. De ahí que no descarten movilizaciones, a partir de febrero. En este tiempo, presumen de haber conocido a diferentes políticos encargados de esta área y de haber explicado, sin haber obtenido solución alguna, los problemas del centro. Alguno se logró solventar, como las filtraciones de un jardín, que amenazaba con volcar un muro de contención sobre uno de los patios. Esto, según dicen, se hizo gracias a la colaboración municipal, en el marco de unas obras de mejora en otro centro.

Canalizan las quejas mediante la Asociación de Madres y Padres El Pintor, una entidad que trabaja por el bienestar de los niños escolarizados. Lo normal para ellos sería recaudar fondos para mejorar y complementar la educación que reciben los pequeños, pero sus campañas las plantean para solventar aquello que dejan pendiente las administraciones. No piden un gimnasio y cubrir alguna de las muy deterioradas pistas. Aunque les haga falta, saben que tienen que poner el foco en asuntos como la inmediata sustitución de las ventanas y persianas de todo el edificio. “La calefacción es muy buena, pero ese recurso está desaprovechado, porque todo el calor se escapa”, sostienen, y no solo por el tipo de material, sino porque, como explican, “también muchas ni cierran dejando aperturas por las que pasa el frío a las aulas”. Y es que, como denuncian estos vecinos, son las mismas desde que se construyó el colegio, hace unos cuarenta años. Pero no esperan solución solo a las ventanas, puesto que lamentan que además hay mucha dejadez en asuntos como el estado de las pistas y patios, que presentan barreras arquitectónicas, grandes grietas y deformaciones por la acción de varios árboles, problemas que causaron percances a algunos niños. Uno de los accesos al centro no se utiliza porque las escaleras y barandillas contiguas están muy deterioradas. También se quejan del estado del vallado perimetral, una malla de alambre trenzado. Porterías y gradas estropeadas por el paso del tiempo, paredes en mal estado, desperfectos que no se solucionan y, sobre todo, la sensación de inseguridad.