Vítores por agua y San Benito

Los vecinos aprovechan la entrada de la primavera para disfrutar de su romería

22 mar 2019 / 16:44 H.

La prevista bajada de temperaturas se dejó notar en Castellar para dar la bienvenida a la primavera. Como cada 21 de marzo, los vecinos de este municipio de El Condado se prepararon a las puertas de la magistral Colegiata de Santiago para acompañar a San Benito, patrón de todos los castellariegos, en romería hasta su ermita. Las ráfagas de viento hacían que, desde primera hora, el día amenazara con tornarse como en la fiesta del año pasado, cuando la lluvia no permitió a los romeros disfrutar de su jornada de convivencia. Sin embargo, el cielo despejado, con el sol brillando con fuerza en lo más alto, ofreció un grato refugio para todos los presentes.

Los más jóvenes son los encargados de portar el trono de madera de San Benito hasta su ermita, ubicada aproximadamente a 1 kilómetro de distancia del municipio. Poco antes de las 11:00 horas, la Asociación Musical Santa Cecilia de Castellar recorrió las principales calles para llegar con el redoble de sus tambores a la entrada del templo. Allí ya se encontraban esperando los hermanos de la cofradía y algunos devotos. Con el estruendo de los cohetes, San Benito apareció por las puertas de la iglesia y comenzó su desfile procesional. Durante el recorrido, los hermanos ofrecían unas bandas del patrón a todos los vecinos que acudieron a la llamada de San Benito.

Todavía en pleno corazón de Castellar, los devotos que se unían a la romería ya se contaban por decenas y comenzaron a escucharse los primeros vítores que se sucederían durante todo el recorrido en honor del patrón de Castellar, del patrón de Europa, de San Benito. Muchos vecinos aprovecharon para pedir al santo la lluvia tan deseada por los agricultores y que ha faltado durante un invierno demasiado seco que ya se ha marchado. Junto al coso taurino que lleva el nombre del propio santo, los jóvenes anderos dieron un giro de 360 grados al trono para que la imagen pudiera despedirse de su pueblo.

Una vez que los romeros dejaron atrás las últimas fincas del municipio, los campos verdes dejaron una postales preciosas de San Benito a su paso antes de sumergirse de lleno en el mar de olivos tan presente en toda la comarca de El Condado. Cuando solo quedaban unos cuantos metros para avistar la ermita, los cohetes avisaron de la inmediata llegada del patrón. El santuario de San Benito se encontraba ya lleno cuando la imagen se disponía a cruzar sus puertas. Todos los presentes honraron al santo con una eucaristía que muchos tuvieron que escuchar por los altavoces exteriores y desde las puertas debido a la afluencia de devotos y las pequeñas dimensiones de la ermita. Allí descansará el patrón de Castellar hasta el mes de agosto.

Aunque esta fiesta es un anticipo de la gran romería que se celebra en mayo, todos los vecinos que acudieron a la celebración pudieron disfrutar de una gran paella en una jornada de convivencia excelente. Algunos fueron preparados con mesas y comida para prender una fogata en el campo y celebrar este día con la familia y los amigos. Al mediodía el viento ofreció una tregua y los castellariegos pudieron alargar su fiesta.