Políticos y personas

Uno tiene la suerte de tener buenos amigos a pesar de que algunos de ellos pertenezcan a la clase política, tanto de unos como de otros y además con una gran estima personal similar en ambas direcciones. También tenía amigos que se perdieron por dejarse contaminar por la soberbia que a veces, no siempre, genera el poder. Y todo porque muchos de estos se dejan llevar por la marea de determinados partidos políticos, duele ver cuando esa deriva les obliga a hacer cosas que, van en contra de sus principios y de los valores que siempre han defendido. Se puede ser político y seguir una línea personal respetuosa con los demás. Todo puede venir sin embargo de la cultura del odio, que como hemos dicho en varias ocasiones se ha instalado en los políticos de este país y que desgraciadamente va en aumento según pasa el tiempo. Los políticos tanto en el gobierno como en la oposición deben tener claro que, al menos en democracia han sido elegidos por los ciudadanos y están ahí con el objetivo central de servicio al ciudadano, el teatro, de unos y de otros, sobra. Lo importante es armonizar las políticas públicas que inciden directamente en el bienestar de los ciudadanos, mediante la transparencia, información pública, agilización de trámites, rendición de cuentas y participación ciudadana. Así el futuro será mejor para todos.