Tiempos de Cuaresma

Rara o diferente, clásica o singular, sobriedad castellana o esplendor andaluz, de todo un poco, por qué no, así es esta brava tierra de frontera y de paso de caravanas que han dejado un poso de fusión cultural que hacen de nuestra Semana Santa un crisol. Tenemos en estos lugares procesiones con bellas imágenes salidas de las gubias de maestros renacentistas o barrocos, que conmueven a los que las contemplan o simplemente admiran su valor artístico. Pero bien diferente es en los pueblos más pequeños. Silencio y recogimiento eran notas características de aquellos cortejos procesionales en localidades pequeñas, que nos hablan de gentes sencillas que vivían esos días con respeto a las costumbres y ritos de sus antepasados. Lo que estas fechas festivas son, sin duda, un buen momento para disfrutar de las tradiciones más ancestrales, de la llegada de la primavera y los días de descanso, para leer, reflexionar sobre el porqué de las cosas, y seguir aprendiendo para descubrir que, lo que somos y seremos viene de lo que fuimos, y que olvidarlo o simplificarlo nos aleja de nosotros mismos y de nuestras raíces más profundas.