Tolerancia cero

El camino estaba despejado. La única idea que se le pasaba por la cabeza era la de no mirar atrás. El pasado era demasiado turbio como para recordarlo. La carretera era un nido de soledades. Sólo el asfalto podía, con su gris, atraerle a su mente lo sórdido de aquella época de padecimiento. Por mucho que mirase el reloj, las horas se habían acurrucado a la tarde y quizá era demasiado tarde, también, para echarse un rato. Tenía que llegar a algún lugar para poder descansar, antes de que la noche enlutara con su oscuridad la carretera y quedaba, además, poco combustible. Huir con la idea de quedarse tirada, no ayudaba demasiado. Toda fuga tiene sus inconvenientes, pensaba ella. El miedo se apoderaba de todo. ¿Había tomado una decisión acertada? El caso es que, fuera o no fuera una buena decisión, tenía que alejarse de todo aquello. El miedo siempre acecha. Otorga el poder de paralizarlo todo. A veces soltar, irse y empezar de cero, nos permite encontrar la paz que buscamos, lejos del tedio y de la maldad. Ella entendía que algunos abandonos son necesarios... Sara pudo huir y salir “ilesa” de aquella situación, pero no todas pueden. 56 mujeres asesinadas en 2023 a manos del que fue o era su pareja. Ante el maltrato, tolerancia cero.