Va de números

No hay remedio, nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y de la salud cuando perdemos a la lotería sin saber que gozamos del mejor premio cuando no visitamos al médico. La procesión va por dentro, bien lo sabe Juan Carlos Unzué, que fue gran portero de paradas imposibles y ahora intenta atajar el golpe de esa terrible enfermedad que es la ELA. Solo cinco parlamentarios asistieron a un acto para reivindicar avances en la tramitación de una ley para estos enfermos que lleva tiempo durmiendo en cajones de despachos el sueño de los justos. Fuera de esos cinco al resto, salvo fuerza mayor, les haría la rima fácil que sigue a ese número. El guardameta afeó esa escasa presencia reclamando dos cosas de las que adolecen muchas veces los que mandan: voluntad y empatía. Se reclama a los servidores públicos más ayuda para los enfermos que padecen este mal tan cruel y que no pueden permitirse los muchos gastos que conlleva. Al final volvemos a Larra y su vuelva usted mañana, solo que ese mañana no lo tiene asegurado Unzué que ya está jugando la prórroga de un partido sabedor de que al llegar a los penaltis su suerte estará echada. Como a tantos enfermos le va la vida en ello y como buen portero para mí es un número uno.