Las propiedades del aceite

El V Congreso Internacional sobre Aceites de Oliva, Olivar y Salud, organizado por el Instituto de Investigación en Olivar y Aceite de Oliva, puso de relieve la importancia del uso del producto estrella de Jaén como grasa principal en una comida equilibrada, dada su capacidad constatada para prevenir enfermedades y como máximo exponente de la dieta mediterránea. Cónclaves como el que presidió el ministro de Agricultura, Luis Planas, son necesarios dentro y fuera de una provincia que, aunque lidera la producción, tiene todavía ilusionantes retos en materia de comercialización en forma de conquista de nuevos mercados. Hay que tener en cuenta que tan sólo el 2% de las grasas que se consumen en el mundo son aceite de oliva, por lo que queda camino por recorrer, incluso, en lugares en los que no es habitual encontrar una botella de oro líquido. Lo que sí está ganado es, sin lugar a dudas, la batalla de la calidad y el prestigio ligado a las propiedades saludables, un liderazgo que ejercen los olivareros jiennenses con derecho de propiedad y que, eso sí, deben ser más exigentes para marcar un futuro en el que se combinen sostenibilidad y rentabilidad. Puede haber aspectos pendientes de corrección, pero hay que aplaudir la existencia de un decálogo de medidas planteado por el Gobierno de España en 2020, en plena pandemia y en un momento de precios crítico en el que afloraba una gran preocupación por el futuro del sector. Son importantes los pasos dados para evitar prácticas indeseables como las mezclas con otros aceites vegetales, la eliminación de los envases rellenables y las campañas de fidelización. Sin embargo, hay serias amenazas pendiente de resolver, como el relevo generacional.