Entre bienes y parabienes

Entrega de fin de mes del “señor Jota” y vuelve a explotar en primavera con la Virgen de la Cabeza > Nada como vivir lo que uno siente, nada como pensar hacer el bien > ¡Viva La Morenita!

29 abr 2024 / 08:00 H.

Tiene la virgen de la Cabeza un encanto especial, sea por el entorno, fuere por su historia o, llegado el caso, porque acuna una identidad de todo un pueblo y con eso no hay quien pueda, claro está. Sucede también que nada como vivir en primera persona lo que uno siente en lo más hondo de sus adentros y nada, a la par, como pensar en hacer el bien. Nos encomendamos a La Morenita y, ya de por sí, esa encomienda regada con múltiples parabienes, es capaz de colocarnos un aura de mejores personas. Así lo divisa el “señor Jota” que, dicho sea de paso, lleva casi cuarenta años asistiendo en directo a tan magna manifestación de fe, sea el cerro de la Cabeza, en una carreta apostada en Lugar Nuevo o en cualquiera de las múltiples actividades de la romería con la que explosiona la ciudad de Andújar en primavera. Hoy Jaén huele entera a jara y a romero y a lágrimas de felicidad. La Virgen de la Cabeza anclada en sus siglos de historia y un pueblo que la sigue perenne de generación en generación, no hay mayor contradicción que marque el sino de una sociedad que sus pasiones y la cristiana es fundamento de vida.

Al “señor Jota” siempre le asalta una duda y un convencimiento; empezando por la primera tiene marcado en su piel ajada y es que si al subir hacemos acto de fe permanente, no solo en el Santuario de la Virgen de la Cabeza, y buscamos en cualquier circunstancia el bien de los demás y, de corrido, se pasa, sin solución de continuidad, a la certeza de que como la romería más antigua de España, ninguna. Porque es muy de pueblo sencillo y nadie sobresale entre los demás, porque es algo más que un encuentro de devociones y mucho más que una fiesta devota, porque no hay más entusiasta y pasional espera que la de los anderos en la inmensa madrugada, porque cofradía a cofradía se hace piña y hermandad, sin tener que conocer a nadie, porque subir andando, en jaca o en carreta no tiene igual esta primavera verde esperanza cuajada de agua en el Jándula, porque si uno se adentra a solas en sus sentimientos el pellizco se hace eterno contemplando lo que fue y lo que es, lo que ha sido y será siempre el cerro de la Cabeza y, sobre todas las cosas, porque el cielo se torna celestial esta mañana de domingo de abril con el que despedimos una romería anclada en nuestras mismas entrañas, sentencia el “señor Jota”.

$!<i><b>LAS CARRETAS</b></i><i>. Nada sería nada sin la gente, esas almas que se entregan por lo que más soñaron en la vida.</i>
LAS CARRETAS. Nada sería nada sin la gente, esas almas que se entregan por lo que más soñaron en la vida.
MUY PERSONAL

Walt Whitman, ensayista norteamericano: “No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo”.

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> ¿Qué empresa se ha gastado más de un cuarto de millón en una fiesta para sus clientes y no es de las que se sepa mucho?