Se avecina tormenta

No son cuatro ni cinco, ni siquiera veinte, los agricultores que se muestran reacios a uno de los componentes del expediente de la candidatura “Paisajes del Olivar en Andalucía. Historia milenaria de un mar de olivos”, en concreto el número 14. Se trata de centenares de dueños de tierras de Porcuna, Lopera, Arjonilla, Marmolejo y Andújar los que se muestran reticentes al visto bueno de un proyecto que ven en forma de atentado al derecho de la propiedad que recoge la Constitución Española. La iniciativa está en manos de la Junta de Andalucía, pendiente del visto bueno para elevar al Ministerio de Cultura, mientras suenan tambores de guerra en los municipios afectados que empiezan con una recogida de firmas que desembocará en movilizaciones.

El problema de fondo es que los afectados, constituidos en una plataforma, se encuentran en un mar de dudas, con ausencia de información acerca de las cargas que tendrá que soportar el C14 y su zona de amortiguamiento. Se reunieron antes de Semana Santa y, ante los brazos cruzados de quienes tienen la sartén por el mango, ya hay alcaldes que cogen la batuta para “matar al muerto”. Miguel Moreno, el máximo dirigente municipal de Porcuna, está dispuesto a hacerlo con tal de apoyar a sus vecinos. Públicamente lo ha expresado en las redes sociales: “Aquí está el quid de la cuestión. Quizás lo de menos sea el funeral, o incluso la sepultura que vaya a ocupar. Porque, al fin y al cabo, para vestirse elegantemente de luto, incluso con lágrimas de cocodrilo, no faltará quórum. Sin embargo, y aunque detrás de la cortinilla, la mayoría de los grandes héroes de la política jiennense representantes de todas las instancias y administraciones públicas, eso sí, más de pico que de pala, una vez más nos ningunean desde las alturas y nos tratan como ignorantes pueblerinos sumisos al dictado de los grandes intelectuales, filósofos, eruditos y poderosos económicos...”. Queda claro cuál es su posicionamiento en una guerra sin cuartel en la que lanza una exigencia: “Pido encarecidamente a quienes tienen la posibilidad y autoridad para detener, parar y eliminar al territorio de mi querido pueblo de Porcuna del expediente Paisajes del Olivar, que lo hagan amistosamente. Porque es lo mejor para todos, incluso para el muerto vio, y si el problema es la falta de autor material, porque los autores intelectuales están ya escondidos, me ofrezco a asumir la autoría de haber dado muerte al muerto”. Dice mucho, entre líneas, el alcalde porcunense, convencido de que no es el proyecto en sí lo que está en tela de juicio, el reconocimiento del paisaje jiennense, sino la amenaza que supone para la propiedad del olivar.

Miguel Moreno, consciente de las consecuencias de la batalla emprendida, recaba el respaldo de sus compañeros, cada uno de una fuerza política diferente, por aquello de que la unión hace la fuerza. “He hablado con los alcaldes de Arjona, Arjonilla y Lopera y todos están con los agricultores”, asegura. Está pendiente conocer la opinión de Marmolejo y Andújar y, a partir de ahí, ver quién se retrata en un expediente en el que lo que menos importa es la política, aunque verdaderamente esta sea el telón de fondo de la polémica. Mientras tanto, la plataforma de afectados exige una reunión con el delegado del Gobierno en Jaén, Jesús Estrella, como representante de la Administración competente para la protección del patrimonio, sabedores de que es la Consejería de Cultura la que tiene que tomar la decisión, antes de que el expediente suba escalafones, en lo referente a una propuesta que toca de lleno a los agricultores de uno de los catorce componentes en los que se divide Andalucía.

Ya hay una declaración institucional en el Ayuntamiento de Porcuna, firmada por todos los grupos políticos, en la que se acuerda. Primero: “Apoyo y respeto a los propietarios de las parcelas rústicas de olivar del término municipal de Porcuna señaladas en los planos del proyecto de la candidatura de la Unesco”. Segundo: “Instar a la eliminación de la afección del proyecto del componente C-14 y su correspondiente zona de amortiguamiento o su desestimiento”. Tercero: “Dar cuenta de la declaración a la comisión de seguimiento”.

Los agricultores quieren saber si, una vez que la Unesco se pronuncie favorablemente, pueden sembrar pistachos o lentejas en sus tierras o cambiar su modelo de producción de aceite sin pasar por los pertinentes permisos administrativos y hay un alcalde, el de Porcuna, que está dispuesto a mojarse cuando más se tormenta se avecina.

Nadie puede asegurar a ciencia cierta que lo que hay firmado hoy llegue hasta 2027 intacto. Queda mucha legislatura que recorrer y, como en cualquier matrimonio, los socios de Gobierno del Partido Popular y Jaén Merece Más en el Ayuntamiento de Jaén tendrán sus altos y sus bajos con un final incierto que hace pensar en que nada es para toda la vida. Los flirteos del partido provincialista y localista con el PSOE hicieron tambalear los cimientos del pacto que mantiene a Agustín González en la Alcaldía, pero la prórroga de los presupuestos del Gobierno como consecuencia de la convocatoria electoral en Cataluña paralizó las conversaciones encaminadas a reducir deuda en una de las administraciones locales con más trampas de España y a rascar inversiones para la provincia. El final de esta primera parte sirvió para reforzar el acuerdo de Gobierno actual con el compromiso de cumplir lo firmado a través de la figura del “project manager”, quien vigilará cada paso para que no haya uno solo en falso. Superado el mal trago por parte de los tres concejales de JM+, que son los que tienen que verse las caras con sus socios del PP cada día, sólo queda centrarse en lo verdaderamente importante y trabajar por los jiennenses.

Es la puerta de entrada y de salida para muchos viajeros que, ante la falta de trenes, se mueven en autobús público y, sin embargo, su imagen deja mucho que desear. El Ayuntamiento de Jaén impulsa la remodelación parcial de la Plaza de la Libertad, conocida como Coca de la Piñera, tan necesaria como reivindicada por vecinos que asisten, cada día, a momentos de inseguridad en la zona. Sin embargo, queda paralizado el sueño de ver recuperado el emblemático Hotel Rey Fernando, con un proyecto sobre la mesa del equipo de Gobierno anterior que el actual no vio con buenos ojos desde el minuto cero. Hacen falta plazas hoteleras en la capital y no hay quien le ponga el cascabel al gato cuando hay una infraestructura en un lugar privilegiado.